Reseña De Articulos

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LAS DESIGUALDADES EN LOS TLC CON ESTADOS UNIDOS: EL CASO COLOMBIANO.
Por: Alberto Romero* Mary A. Vera C


Los TLC con los Estados Unidos son inspirados en el llamado Consenso de Washington, que dio pie a toda una serie de reformas, tendientes a crear las mejores condiciones para el desplazamiento hacia nuestros países del capital transnacional y para la apertura de nuestras economías a la competencia desleal de los principales centros industriales y tecnológicos del planeta. El resultado ha sido el mayor empobrecimiento de la población y la mayor desnacionalización de la economía.
En las condiciones que se dan los TLC con Estados Unidos, país dominante en lo económico, militar y político en la región, estos se convierten en Tratados de Libre Colonización. Se trata de acuerdos entre partes con profundas asimetrías, tanto en lo económico como en lo científico y tecnológico. La brecha entre la primera economía del mundo y sus pequeños socios comerciales y geopolíticos de la región no solo es abismal, sino que tiende a crecer, cuantitativa y cualitativamente. Por el lado colombiano, el TLC surge la necesidad de conseguir mercados externos para sus productos, debido, en gran medida, a la estrechez estructural del mercado interno, fruto de profundas diferencias sociales y regionales, resultado, a su vez, de la distribución desigual del ingreso y la riqueza. La estrategia exportadora, por su parte, termina empeorando los desequilibrios internos, en beneficio de la oligarquía entreguista y de las empresas transnacionales. En realidad, el TLC sólo beneficia a los sectores ligados al comercio exterior, bien sea como exportadores o como importadores, los cuales representan una pequeña parte de los empresarios neogranadinos.
Para poder competir en el mercado norteamericano, Colombia inversiones en infraestructura física y social. No obstante, la brecha tecnológica que separa esta economía de la de Estados Unidos no podrá ser superada y por lo tanto, para poder vender sus productos será necesario empobrecer aún más a la población trabajadora, vía recortes salariales, inestabilidad laboral, mayores impuestos indirectos, insuficiente inversión social, etc.
Históricamente los Estados Unidos han sido el principal socio comercial de Colombia. Ese país absorbe cerca de la mitad del comercio exterior colombiano, bajo el esquema de exportaciones de bienes primarios (minerales y agropecuarios) y de importaciones de bienes de capital e intermedios.
Las exportaciones estadounidenses a Colombia se caracterizan por involucrar un elevado valor agregado tecnológico, mientras que lo contrario ocurre con los productos que vende este país. También existe en la actualidad una marcada tendencia hacia el control del comercio exterior de Colombia por parte de las empresas con capital extranjero. Los potenciales beneficios que pueda traer el TLC a Colombia distan mucho de la realidad. En efecto, pese a que el tratado ofrece la posibilidad de exportar a EE UU sin pagar aranceles, el abanico de productos que efectivamente pueden competir en ese mercado es muy reducido y se concentra más que todo en bienes primarios de origen mineral y agropecuario. Existen también obstáculos como las barreras sanitarias y fitosanitarias, estándares de calidad, etc., que dificultan el ingreso de productos a ese mercado.